Hola a todos. Hoy voy a plasmar algunas ideas que pasan por mi cabeza y me torturan desde hace tiempo, pero especialmente desde el pasado fin de semana.
El viernes fui a Córdoba a un curso que organiza la gente de @Zérapi y me encontré con gente muy muy interesante, pero empecemos por el principio. Yo fui a un curso de SNC y estructuras periféricas (INN y razonamiento clínico) pero me encontré con mucho más que eso. Me encontré con que por fin podía desvirtualizar a algunos cracks como @Villovi, conocí a Ivan «Nomeacuerdodelapellido», que es un señor que sabe mucho mucho mucho, pero mucho ¿eh?, igual que @Jorge_ze, que además de organizarlo todo muy bien, hizo que nos sintiéramos super cómodos. Pero bueno, me estoy desviando… la cuestión es que aparte de conocer a un montón de gente interesante, tuve el privilegio de ver cómo Carlos Rodríguez, que es quien impartió el curso (un lujazo), trataba a dos pacientes reales, uno de Ortopedia y otro de Neurología.
En fin, que muy bonito todo, pero de repente, en un curso que parecía ser de Neurología, comienzan a hablar de Mulligan, control motor, ejercicio terapéutico, dolor, Maitland, McKenzie, Sohier, Busquets (There’s no chain! dijo alguien en algún momento…), y cómo no, Perfetti, Bobath, Affolter, Vojta, Neurodinámica, y otra vez Maitland, y McKenzie y hasta Schroth se mencionó. Y yo pensaba… ¿¿¿Pero esto qué es???? No entendía nada, no conocía muchos de los métodos o conceptos de los que hablaban. Pensaba que me había metido en un curso para el que no estaba preparada y, después del primer día de clase, llegué al hotel y me fui directa a uno de los libros que llevaba para estudiar y me lo terminé, pensando ingenua de mí, que en los libros estaban las respuestas. Pero no, así que comencé con el siguiente libro, y busqué en Internet, y cerré los ojos para buscar dentro de mi caja de herramientas, pero nada. No conseguía entender bien de qué estabamos hablando en el curso. Así que me rendí y al día siguiente volví al curso, por un lado emocionada porque entendía que si estaba rodeada de cracks, lo menos que podía hacer era aprovechar la oportunidad de preguntar y aprender y, por otro lado, asustada porque cada cinco minutos pasaba por mi mente la idea de que no estaba preparada para estar ahí.
Al fin y al cabo, hablamos de Fisioterapia
La cuestión es que seguimos hablando de conceptos, métodos, técnicas y mil cosas mas, sin importar que estuviéramos hablando de Neurología o de Ortopedia. Al fin y al cabo estábamos hablando de FISIOTERAPIA, de pacientes y de desórdenes. Así que poco a poco fui cambiando el chip y fue entonces cuando llegué a la conclusión de que poco importa el método, la técnica, el concepto… Poco importa si el paciente es ortopédico o neurológico… al final lo que importa es que uno haga lo posible y lo imposible para ayudar al paciente. Que coja todas esas herramientas y las utilice con sentido común, tras un buen razonamiento clínico y reevaluando continuamente, porque alguien dijo «Mientras no revalúo, especulo» y me parece muy grande. Sí señor, esto es fisioterapia: razonar, aplicar, reevaluar y volver a razonar, aplicar y reevaluar…
Supongo al final, que todas las técnicas son válidas si se aplican con sentido común. Que para tratar una escoliosis puedo hacerlo de muchas formas, porque no existe un concepto que lo explique todo (ni mucho menos), siempre hay lagunas que pueden explicarse enmarcadas en otros conceptos… No sé, al fin y al cabo se trata de conseguir evidencias (hablo de evidencia clínica, allí, en caliente, en la consulta, no de evidencia científica plasmada en papel, ¡que también!) Así que después de pensar, repensar y volver a «requetepensar», llego a la conclusión de que tengo que ir poco a poco, que no puedo decir un SÍ rotundo a ningún método pero tampoco un NO rotundo a ningún otro (con salvedades, eso sí).
Así que gracias a todos los que estuvisteis allí. Ha sido un inmenso placer conoceros y poder aprender de vosotros. Gracias por aconsejarme y por escuchar mis confesiones. Gracias por hacer grande la fisioterapia. Gracias a todos, de verdad, vuelvo a casa con la mente del revés y con muchas ganas de seguir adelante esforzándome por ser cada día un poquito mejor.
Ahora me voy, que tengo que buscar un curso de Affolter, otro de Maitland, otro de McKenzie, otro de Bobath y otro de cómo ser Flash Gordon y todos ellos me corren muchísima prisa… ¡Es broma! me voy a currar que me espera un paciente… 3, 2, 1… ¡A RAZONAR!