Logopedia infantil

En Gelci sabemos que un logopeda infantil puede convertirse en la clave de la recuperación de tu bebé. A continuación, te comentamos cuál es su función y cómo reconocer los síntomas más característicos que deben llevarte a la consulta con un especialista.

¿Qué es el logopeda infantil?

Un logopeda infantil es el especialista encargado de poner en práctica una serie de medidas con aquellos niños que tengan dificultades a la hora de comunicarse.

Es importante mencionar que es en la infancia cuando se forma el lenguaje y la capacidad comunicativa, pero también cuando los problemas que pudieran aparecer podrían complicarse de no recibir la atención correspondiente. En Gelci sabemos la importancia de tratar cualquier problema de una forma muy temprana.

¿Para qué sirve un logopeda infantil?

Para corregir las alteraciones en la pronunciación y en la comprensión del lenguaje de cualquier niño. Entre otros casos, su tratamiento es muy eficaz para ayudar a:

Niños tartamudos

La disfemia se produce por un error en el aprendizaje. La repetición de los fonemas conlleva que se prefiera dejar de hablar al tener una sensación de falta de control. El tratamiento a edad temprana evita que el problema se cronifique.

Niños con dislexia

La dificultad a la hora de leer un texto puede provocar problemas de comprensión y de autoestima. El apoyo del logopeda es siempre eficaz para corregir la situación en un tiempo prudencial.

Niños con problemas de escritura

La disortografía conlleva que los niños no consigan escribir correctamente. Un especialista puede ayudarles a superar esta incidencia.

Niños con discapacidad intelectual

De experimentar problemas de aprendizaje, el logopeda se ajusta mejor a su capacidad consiguiendo así que su adaptación sea más adecuada.

ABRAZOS
EXTREMOS

Hiper sonrisas, super flexibilidad, extra fuerza. En Gelci no tratamos pacientes, sino personas superlativas con capacidades extraordinarias. Aunque al principio no lo sepan.

¿Cuándo ir al logopeda infantil?

Tras conocer cómo puede ayudarte un logopeda, es necesario que revises si tu hijo/a tiene alguno de los siguientes síntomas.

Falta de llanto, sonrisa, balbuceo

Si observas que tu bebé, durante sus seis primeros meses de vida, presenta estos síntomas es imprescindible acudir al especialista. Frases como «no te preocupes, ya hablará» son contraproducentes.

Confía en un profesional para que investigue al respecto y, sobre todo, para que tengas un diagnóstico fiable y conozcas los pasos a dar para recuperar la normalidad.

¿Tu bebé recién nacido no consigue agarrarse bien al mamar?

Puede parecerte curioso, pero si observas que tu bebé no se comporta al mamar como otros, podría tratarse de un caso de succión desorganizada.

Su origen puede estar en malformaciones en su boca que, a los pocos meses, podrían incidir en su forma de hablar.

Hablar sin consonantes y falta de interacción

Si observas que tus hijos alargan las vocales y cuando les propones un juego no interactúan contigo, debes prestarles toda tu atención.

De repetir palabras básicas (como «mamá»), o entender exclusivamente palabras muy concretas, es conveniente consultar con un logopeda.

Resulta incomprensible a otras personas

Es posible que te hayas acostumbrado a entender a tus hijos, pero que a otras personas les parezcan ininteligibles sus mensajes. Si ya han cumplido los cuatro años y su vocabulario es muy limitado, un diagnóstico profesional es siempre recomendable para comenzar el tratamiento más indicado.

No sabe contar una experiencia o historia

De tener entre cinco y seis años y experimentar serias complicaciones para contar lo que le ha pasado, usar frases de hasta cuatro palabras o no entender bien lo que le dices, no dudes en contactar con un logopeda infantil.

Pocas palabras y sin señalar

Si observas que el niño o la niña, de entre 12 y 18 meses de edad, siempre repite las mismas palabras u olvida algunas frases o habilidades aprendidas, debes saber que no es normal. Tras el primer año de vida, lo habitual es decir frases con algunas palabras que van más allá de palabras comunes.

También se suelen señalar las zonas del cuerpo al escuchar la palabra, edificios u objetos que llamen su atención al ir por la calle. Es durante este periodo de tiempo cuando se comienzan a reproducir órdenes verbales y se aprenden nuevos términos. De no ser así, el logopeda deberá analizar el caso y diseñar el tratamiento más adecuado.

No sabe nombrar a personas

Hasta los 24 meses, lo normal es que tu hijo/a aprenda el nombre de una persona o bien las llamen por términos genéricos relacionados con el parentesco. Si no dice estas palabras, no entiende las instrucciones más sencillas o se equivoca al señalar la parte de su cuerpo que le indicas, debes de contar con el apoyo de un especialista.

Dificultad al construir frases

Las frases de un/a niño/a de entre dos y tres años se suelen componer de tres palabras. También es normal que realice preguntas y que entienda frases algo más complicadas. Si observas que no se entienden instrucciones con más de dos palabras o que sus frases son demasiado cortas. Consulta con un logopeda.

Falta de comprensión y expresión

Una vez cumplidos los seis años, es ya normal entender órdenes y frases algo más complejas. También se adquiere la capacidad de contar lo que le ha pasado y de expresarse con un vocabulario más amplio. De no ser así, la solución es la ya comentada.

En Gelci sabemos que solo con un diagnóstico de un profesional es posible evitar alteraciones que podrían cronificarse. Cuanto antes actúes, antes lograrás que tus hijos tengan un futuro sin problemas de dicción o comprensión.

En nuestro centro estamos para ayudarte ¡Solicita tu consulta y ven a vernos!

¿Cómo funciona el servicio de logopeda infantil?

Los pacientes tienen que coger cita para Logopedia infantil. Se le ralizará una valoración en la primera visita, se explora al niño con test específicos o escalas según el caso y se propone un tratamiento si fuera necesario.

En otros casos, durante la exploración encontramos lo que se denominan “banderas rojas” y procedemos a derivar al paciente al especialista que corresponda, con un informe que se le entrega al paciente tras la visita.

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