Dislexia (dificultad para la lectoescritura), hiperlexia (lectura rápida de enunciados que impide la comprensión), glosolalia (invención de palabras)… Son algunos de los trastornos del lenguaje que trata un logopeda. Pueden afectar a los gestos, la comprensión, la producción de discursos e incluso el proceso de socialización del niño.
Durante la infancia, pueden experimentarse ciertos problemas a la hora de la adquisición del lenguaje. Esta pequeña disfunción puede remediarse fácil y eficazmente si se detecta en edades tempranas, pero presenta más dificultades para su tratamiento a medida que el niño crece. Desde el nacimiento hasta aproximadamente los siete años de edad el cerebro tiene una gran plasticidad. Es decir, se puede moldear. Por lo tanto, estos primeros años de vida son la etapa ideal para ir al logopeda y realizar las correcciones necesarias.
¿Cómo sé que mi hijo necesita un logopeda?
Te mostramos una lista donde aparecen las señales en las que habría que fijarse para detectar cuándo debes llevar a tu hijo al logopeda:
– Se comunica a través de vocales. Desde que nace, el bebé emplea estrategias comunicativas para interactuar con su entorno. En una primera etapa comienzan los llantos, para posteriormente añadir sonrisas, balbuceos y llamadas de atención. Poco a poco se inician los intentos de vocalizar palabras, combinando vocales con algunas consonantes. Si con un año y medio el niño se comunica tan solo con A – E – I – O – U es señal de que algo no se está desarrollando como debería.
– No combina palabras. A partir del año y medio el niño debería empezar a unir vocablos y a construir pequeños conjuntos de palabras con significado.
– No desarrolla oraciones simples. Desde los dos años y hasta los cuatro aproximadamente se producen grandes cambios en el habla del niño. Puede elaborar frases, amplía su vocabulario y se le entiende mejor.
– No puede contar historias. A los cinco años, el niño debe de ser capaz de narrar relatos cortos, decir lo que ha hecho en el cole, con quién ha jugado, etc. Une oraciones, continúa ampliando su léxico y debería darle sentido a lo que narra.
Pero que no cunda el pánico, porque a partir de los tres años existen instrumentos y pruebas muy eficaces para detectar si un niño tiene predisposición a desarrollar un trastorno del lenguaje.
Tratamiento de Logopedia
El ambiente donde se desarrolla el niño es fundamental. Se producen grandes mejoras si el colegio toma parte activa en el proceso y el profesor actúa y desarrolla programas que lo ayuden. En casa, papá y mamá tienen que continuar el trabajo y apoyar en todo momento al pequeño.
En cuanto a la duración del tratamiento de Logopedia, depende del paciente y el grado de disfunción con la que cuente. Hay casos que se prolongan durante varios años y casos en los que se requieren tan solo unos pocos meses de terapia.
Hay padres que, tras ver mejoras en su hijo, deciden abandonar el tratamiento pensando que ya no son necesarias más consultas. Esto, lejos de ser beneficioso para el pequeño, hace que los problemas del lenguaje vuelvan a aparecer. Por consiguiente, se debe empezar de nuevo con el tratamiento y se alarga todo el proceso.
El dominio de la lengua oral es un proceso complejo. Según cada persona puede desarrollarse de una manera, y puede experimentar momentos de gran desarrollo y momentos de estancamiento. Por eso, no tienes que alarmarte, pero sí estar atento. En caso de duda, habla con los responsables del centro educativo de tu hijo, pues son ellos los que mejor pueden orientar a los padres.
Te recordamos que en nuestra clínica de rehabilitación de Los Palacios ya contamos con logopedas especiliasta en niños. Además, somos centro colaborativo iNeuro para ofrecer tratamiento global a los pequeños que necesiten apoyar la terapia logopédica con neurorrehabilitación.