La pérdida de audición en niños es un problema para el cual es importante dedicar recursos, pues su prevención y tratamiento son claves para el correcto desarrollo posterior de la persona. Hoy sabemos que la pérdida auditiva afecta a entre 1 y 4 niños por cada 1.000 nacimientos. Y eso sin contar a aquellos niños que la padecen padecen producida por infecciones o con pérdida auditiva en un solo oído.
Detectar los síntomas de la pérdida auditiva a tiempo es fundamental para conocer lo antes posible si un niño debe ser tratado por profesionales. Para ello es conveniente que los pequeños sean sometidos periódicamente a pruebas de detección y diagnóstico a edades tempranas. Esto es muy importante. Incluso una pérdida de audición leve puede afectar significativamente a la capacidad del niño o niña para adaptarse a un aprendizaje estandarizado.
Síntomas de la pérdida de audición
Aunque lo ideal es no esperar a sospechar que el niño o niña pueda sufrir de algún problema auditivo, existen multitud de pistas que nos indican que así puede ser. Entre ellas, la más evidente es el retraso en el desarrollo del lenguaje, pero las hay más sutiles como las siguientes:
- No emite reacción ante sonidos bruscos o intensos.
- No habla de una forma clara.
- Estando en reposo, no se percata de que una persona dentro de su campo de visión le está hablando.
- No sigue las instrucciones que se le han dado. Erróneamente se suele atribuir directamente una falta de atención o que el niño decide ignorar.
- Cambia con frecuencia un auricular de un oído a otro.
- Contesta frecuentemente preguntando “¿qué?”
- Independientemente del nivel de ruido, responde con sobresalto o sorpresa a una llamada.
- Se sienta siempre cerca de la televisión, aunque el volumen de esta sea lo suficientemente alto como para ser escuchada por el resto de la familia.
- Sube excesivamente el volumen de la televisión y de otros aparatos con altavoz.
- No responde cuando se le habla por teléfono.
Los niños y niñas deben alcanzar indicadores de desarrollo en sus primeros meses y años de vida. Cuando uno de estos no se cumple no debemos alertarnos, pero puede ser indicativo de un problema de audición o de cualquier otro aspecto.
¿Qué tratamientos aplicar?
No existe un único tratamiento o intervención que aplicar a cada niño afectado por la pérdida auditiva. En su lugar, habitualmente se opta por un plan de tratamiento individual que se adapte a cada caso. Estos planes pueden ser muy diferentes entre sí dependiendo del tipo de problema auditivo y su gravedad. En cualquier caso, siempre incluirán una vigilancia atenta en todo momento, el seguimiento de la evolución del paciente y la introducción de cualquier cambio que se requiera a lo largo del proceso. Entre las formas de ayuda se encuentran:
- El aprendizaje de formas de comunicación no verbal, como el lenguaje de signos.
- La implementación de tecnología de apoyo a la comunicación, como audífonos e implantes cocleares.
- El diagnóstico de medicamentos e incluso pequeñas cirugías pueden corregir la pérdida de audición en algunos casos.
- Servicios de apoyo familiar para adaptar el entorno del niño o niña.
Hay que asegurarse de que los niños siguen revisiones periódicas de sus oídos. Aun así, esto no garantiza que algún indicio de futura pérdida de audición pueda pasar desapercibido. Por eso, ante cualquier síntoma debemos acudir a profesionales. Recuerda que en GELCI somos centro GAES.